martes, 26 de julio de 2011

TO: PETER…FROM: WENDY

Como lo envidio…

  
Sí,  a ese chico de ropas verdes y su sonrisa sincera como de la de cualquier niño. Su semblante lleno de esperanza y de fe.

“creo en las hadas…jamás digas que no crees en ellas, por que cada vez que un niño lo dice una muere” me cuenta. A veces me siento una niña muy ingenua por esperarle cada noche cuando sé que  el tiempo pasara y pasara sin que él entienda un solo sentimiento. Me asomó por el ventanal de mi habitación. Es tan tentador un salto a tal altura que la sola idea hace que la adrenalina suba por mis venas, las estrellas refulgen en el oscuro cielo; tan brillantes como los ojos de Peter…mi Peter.


El silencio se parece a su voz y  a pesar de ser un niño sus palabras están llenas de sabiduría como si se tratara de un anciano…el anciano más joven que existe. Me ha invitado al país de nunca jamás  y yo he aceptado. He volado junto a él  tras  estrellas fugaces…fugaz como lo es él.


Me he recostado en las esponjosas nubes junto a él y ha sonreído al juguetear con mis cabellos y al verme llorar. Las niñas son unas lloronas me reta de vez en cuando pero siempre hay palabras dulces que enmiendan cada palabra tonta…de niño. Pude ver que es él, la persona más maravillosa que he conocido en mi corta vida.


Al país de nunca jamás...al país de nunca jamás...!llévame Peter! ; ¡quiero ir contigo!...volver a sentir …volver a ser una chiquilla inocente y sentir que me tomas de la mano para darme valor al recorrer aquel mundo. Llévame a ver sirenas en el lago tornasol de tu alma; llévame a enfrentarme con piratas, correr con los indios y demostrar que puedo crecer sin dejar mi infancia.


¡Llévame Peter! y no me hagas esperar más en el balcón. Que si salto esta vez  no abra mas polvo de hadas, ni viento en mi rostro meciendo mis cabellos al volar junto  a ti. Solo quedara el vacío en mi cuando me derrumbe porque  tu no estas. ¡Llévame Peter! , no me hagas llorar...que no sé cómo hacerlo, lo he olvidado todo desde que te conocí a ti.


¿Será amor, lo que siento?... como pude enamorarme de un chico así, después de todo él es solo un niño; jamás crecería por mí. Prefiere su eterna juventud y siendo sinceros yo preferiría lo mismo, no hay nada de egoísmo en él, porque es y seguirá siendo tan solo un niño. No es que  no le importe, no es que no sienta, sólo no lo entiende por que  él no sabe amar…porque es...tan solo un niño.





martes, 19 de julio de 2011

alice in wonderland photo session











El tulipán (leyenda persa)


De la urna milenaria que atesora las leyendas persas surge la de una bellísima flor que tiene su origen en la desdicha de un príncipe enamorado.En ella se dice que, en el remoto pasado, vivían en un fabuloso palacio de mármol, rodeado de magníficos jardines, el príncipe Farhad y su encantadora esposa Shirin.

Ambos se profesaban un intenso amor y gozaban de las delicias de una vida armoniosa, exenta de problemas y rodeada de espiritualidad.Tomados de la mano, solían pasear en horas nocturnas por los jardines, murmurándose palabras de afecto y contemplando las estrellas que, cual cósmicos ojos, los observaban y enviaban la claridad de sus frías miradas. Un embrujo especial los rodeaba y ellos se sentían inmersos en un espacio mágico, pletórico de voces susurrantes y aromas embriagadores que los sumían en un éxtasis inenarrable.

En una ocasión, Farhad debió realizar un viaje por razones de Estado. Shirin no hallaba consuelo, mas disimuló su angustia para no afligir al amado. Un oscuro presentimiento estrujaba su dolorido corazón y una angustia inexplicable cual llaga viva martirizaba su alma, que la atribulaba constantemente.

Farhad cumplió su misión y regresaba feliz, pensando en el momento en que volvería a tener entre sus brazos a su esposa, cuando un mensajero le dio la noticia: ella había muerto. Él, desesperado, se alejó de su comitiva y galopando frenéticamente se dirigió hacia un precipicio, bajó del caballo y se arrojó al abismo. Había comprendido en un instante que no deseaba vivir sin la presencia de Shirin y, sin vacilaciones, fue a buscarla al más allá.

De sus numerosas heridas y gotas de sangre en el suelo brotó una planta que ostentaba una flor hermosa, una flor trágica pero muy bella: había nacido el tulipán.Rápidamente, se expandió por toda Persia y adornó los paisajes silvestres. En la antigua Persia, el tulipán rojo se considera el símbolo por excelencia del amor apasionado. Quizás esta maravilla se produjo para que los hombres no olvidaran la historia de amor que le dio origen.